sábado, 11 de febrero de 2017

Hay 1.000 manera de decir "te quiero"



Está muy próximo el día de San Valentina, el día de los enamorados, que mejor momento para preguntarnos como expresamos nosotros el amor.
Esas dos palabras tan simples, pero que nos cuesta tanto decir, pueden expresarse de diferentes formas: a través de un abrazo, preocupándose por el otro, cocinando una comida favorita, yendo al cine a ver una película que no nos guste, etc. Así, un te quiero es un abrazo, un tiempo en silencio, preguntas que le demuestran al otro que le escuchamos o echar una mano cuando la persona a la que queremos se siente agobiada.

Un sentimiento se pueden mostrar tanto con hechos como con palabras. Sin embargo, solemos creer que solo a través del lenguaje se puede “hablar” de un sentimiento. Algo que no es cierto, porque si prestamos atención a las actitudes del otro nos podremos dar cuenta de lo que realmente siente. Existen miles de maneras de decir “te quiero” sin necesidad de usar esas dos palabras.

Lo que implica un "te quiero"

Cuando estamos en una relación de pareja recién iniciada y ya nos hemos llevado unos cuantos palos en esto del amor, tardamos algo de tiempo en revelar nuestros verdaderos sentimientos. Comenzamos con un tímido “me gustas” y solo decimos te quiero cuando estamos muy seguros de nuestros sentimientos.
Estar expuestos da la sensación de que somos vulnerables, sensibles e incluso “cursis”. Así, además de protegernos, parece que revelando nuestros sentimientos no ponemos al otro en el compromiso de decir que los comparte. Así es como empieza y se mantiene el silencio y así siguen pasando los días, las semanas o los meses.
Si bien cada persona tiene sus tiempos para decir “te quiero”, lo cierto es que esas dos palabras guardan en su interior mucho más que afecto. Simbolizan un compromiso, una apuesta, un paso que quizás aún no estamos dispuestos a dar, pero que muchas veces nos gustaría.

¿Cómo decir te quiero sin usar esas palabras?

No estamos hechos de piedra ni somos robots sin sentimientos. Así, que no nos animemos a expresarlos con palabras es otro tema completamente diferente. Tal vez creas que la única manera de decirle a tu pareja, a tus padres, a tus amigos  que los quieres mucho es con las “dos palabras mágicas”.
Sin embargo, existen miles de formas distintas de demostrar el afecto, el cariño y el amor. Se basan en las actitudes que tenemos hacia los demás, en cómo nos preocupamos por ellos y queremos que estén bien. Las acciones del día a día pueden expresar más lo que sentimos que pasarnos al otro extremo y pronunciar “te quiero” continuamente.

¿Cómo ha estado tu día?”, Conduce con cuidado”, “No olvides llevar una chaqueta”, “He preparado la lasagna como a ti te gusta”, “Elige tu la película”, “¿Has dormido bien?”, “Yo me encargo de llevar a los niños”, “Quédate en la cama y te llevo el desayuno”, “Qué bien te queda esa falda”, “Compré las galletas que te gustan”, “¿Quieres que te lleve en el coche?”, “Has hecho un excelente trabajo”, “Qué deliciosa está la cena”… y la lista podría continuar.

¿Has visto de qué manera tan sencilla podemos demostrarles a los demás que les queremos? Las acciones son tan valiosas como un “te quiero” repetido entre temores y prejuicios. Seguro conoces el refrán popular que indica “una imagen vale más que mil palabras”. En este caso diríamos “una buena actitud es buena y mejora cuando la acompañamos de dos simples palabras y de acciones que reflejan lo que estas expresan”.

No te sientas avergonzado  de decir estas dos palabras milagrosas, únicas y maravillosas. Te sentirás realmente feliz y harás feliz al otro. Pero también recuerda que “las palabras son débiles frente al viento” y que para que contribuyan a los cimientos de una relación deben estar acompañadas de hechos.

“Te extraño”, “Cuídate”, “Que tengas buenas noches”, “Estaba pensando en ti”, “En el horno hay comida lista”, “Avísame cuando llegues a casa”, “Lleva paraguas”, “¿Te preparo un café?”… 
¿De qué manera dirás “te quiero” hoy?
(Fuente:La mente es maravillosa)

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