miércoles, 13 de febrero de 2013

Puedes elegir

¿Sabes que tienes un poder maravilloso que puedes utilizar siempre?
¿Crees que lo que te ocurre en tu vida es producto del destino o la suerte?
¿Has pensado que puedes cambiar tu vida si cambias tu actitud?
Puedes elegir sentirte víctima de lo que te ocurre o puedes elegir hacerte responsable de cada paso que das.
Es fácil atribuirte y celebrar tus logros, pero cuando algo te sale mal es probable que trates de justificarlo buscando un culpable.
Un ejemplo muy claro es el del estudiante que dice “me suspendieron” cuando no pasa un examen, pero dice “aprobé” cuando lo supera.
Tu vida no es lo que te ocurre sino cómo reaccionas ante ello.
Elige hacerte responsable de tus decisiones y de tus actos, y te darás la oportunidad de cambiar, crecer y aprender.
Tu vida actual es el producto de tus elecciones de días anteriores.
Desde que te levantas estás eligiendo: la ropa que te pones, el desayuno que tomas, cómo llegar al trabajo, qué hacer, cómo hacerlo, con quién hablar, qué comer, que decir, qué pensar, qué escuchar…
Toda tu vida es una constante elección. Piensa cómo cambiaría tu día dependiendo de lo que escoges hacer, decir, pensar, leer, escuchar…

Mi día será diferente si
EN VEZ DE levantarme con el tiempo justo, ELIJO madrugar un poco más para no empezar el día con prisas.
EN VEZ DE desayunar poco o nada, ELIJO hacerlo tranquilamente y tomando alimentos que Me den energía.
EN VEZ DE enfadarme porque me toca parar en todos los semáforos, ELIJO poner una música que me guste y disfrutar del camino.
EN VEZ DE pensar negativamente en mis problemas, ELIJO tener una actitud positiva para poder ver las soluciones.
EN VEZ DE llegar de mal humor al trabajo, ELIJO entrar con una sonrisa y un “buenos días”.
EN VEZ DE enfadarme porque el autobús se retrasa, ELIJO pensar que mi enfado no va a hacer que llegue antes y así me ahorro un mal momento.
EN VEZ DE leer y escuchar las malas noticias del día, ELIJO dedicar este tiempo a agradecer todo lo bueno que tengo.
EN VEZ DE criticar y hablar mal de alguien, ELIJO buscar algo bueno de esa persona.
EN VEZ DE condenar una actitud de alguien, ELIJO ponerme en su lugar y tratar de entenderlo.
EN VEZ DE pensar que lo que yo creo es lo correcto, ELIJO pensar que cada uno ve la vida a su manera y que la mía no tiene por qué ser la única.
EN VEZ DE creer que lo que me ocurre es siempre lo peor, ELIJO ver qué puedo hacer para cambiar lo que no me gusta de mi vida.

“Si eliges cambiar de actitud, el cambio en tu vida será inevitable.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario