sábado, 12 de enero de 2013

Abriendo puertas


¿Sabes dónde están las mejores oportunidades de tu vida?
¿Has pensado que cada persona con la que te cruzas tiene algo para ti?
De la misma manera, tú también tienes algo para ella.
Nuestras vidas se enriquecen cuando las compartimos con los demás.
Una manera estupenda de abrirte a nuevas posibilidades son las buenas relaciones. Puedes empezar siendo amable y atento con las personas con las que tratas durante el día.
A todos nos gusta que nos traten bien, sean simpáticos con nosotros y muestren interés por nuestras vidas. A veces una simple conversación amistosa con un conocido ha derivado en una oportunidad que no habías imaginado.
No se trata de ir pensando qué beneficio puedes obtener de las personas con las que te cruzas, simplemente sé amable por el placer de serlo. El primer beneficio que tendrás será sentirte a gusto contigo mismo.
Hay muchas personas que se levanta “cansadas de vivir” y un simple “buenos días” con una sonrisa le hace sentirse mejor. A medida que practiques repartir tu simpatía verás como los demás estarán dispuestos a hacer por ti cosas que no esperabas.
A veces es más sencillo de lo que pensamos hacer amigos y tener relaciones enriquecedoras. Si das lo mejor de ti, recibirás lo mejor de los demás.
Ya sé… no con todo el mundo. Una cosa es ser bueno y amable y otra ser tonto.
Tú mismo sabes dónde está el límite. A los que te tratan “mal”, ignóralos. No les des la oportunidad de que practiquen su antipatía contigo.
Algo importante es no estar esperando que te devuelvan lo que tú das y menos que lo haga la misma persona. Da sin esperar porque el Universo se encargada de compensarte.
Si alguien no te devuelve un saludo o una sonrisa, no sufras. Es mejor pensar que esa persona tiene algún problema o no se siente lo suficientemente bien como para actuar como tú. No todo el mundo es capaz de mostrarse amable con los demás. Pero tú se lo puedes contagiar.
Prueba con
  • Un “buenos días” auténtico puede darle un color diferente a tu mañana.
  • Una sonrisa a un desconocido puede ser el comienzo de una bonita amistad.
  • Un favor desinteresado puede convertirse en una oportunidad inesperada.
  • Una conversación con un vecino puede descubrirte una persona que siempre estuvo cerca.
  • Un mensaje de agradecimiento puede darle la vuelta a tu día.
  • Un regalo “porque sí” puede ser el comienzo de una relación duradera.
  • Una llamada con verdadero interés puede abrirte una puerta que no esperabas.
Empieza a utilizar el poder de tu simpatía, amabilidad e interés por las personas que te rodena y verás como recibes más de lo que das.

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